Este es un trabajo para Superman

¡Usted disculpe entrenador!

En el juego 6, celebrado el jueves por la noche en el Amway Arena, el equipo del Orlando Magic tuvo que sufrir y sudar la gota gorda para forzar un séptimo juego en su complicada serie contra los Boston Celtics. El panorama lucía complicado, recordemos lo sucedido después de las derrotas en los juegos 4 y 5, cuando Dwight Howard, jugador estrella del Magic, frente a las cámaras de los medios de comunicación, reclamó a su entrenador Stan Van Gundy el protagonismo que un jugador de su calidad merece. "Superman" no compartía la estrategia de su coach, la cual consistía en los disparos perimetrales y no en la fortaleza de Howard en la pintura, que es donde el Magic hace más daño a los rivales, gracias a sus capacidades atléticas. En fin, esta historia cambio la noche del jueves, cuando en el último cuarto del partido, los del Magic se pusieron adelante en el marcador. Howard se vio monstruoso anotando 23 puntos y ganando 22 rebotes; Orlando jugó la defensiva que no había mostrado en partidos anteriores, logrando 19 pérdidas de balón de los Celtics. El final fue de manera dramática hasta los minutos finales, cuando un triple de Hedo Turkoglu puso tranquilidad a la franquicia de Florida y así finiquitar el encuentro.
Ahora viene lo complicado, regresar a Boston a jugar un último y decisivo juego por el pase a la final de la conferencia del este. Boston, terminó la temporada regular como el tercer mejor equipo defendiendo su cancha, con un récord de 35-6; sin embargo, el Magic fue de los mejores equipos jugando en patio ajeno, logrando 27 victorias, que es la segunda mejor marca como visitante dentro de la liga. Para el partido del domingo, ganará el equipo que cometa menos errores y no se salga de su estilo de juego; si Orlando ya vio que el factor "Dwight Howard" le funciona, porqué no seguir en la misma tónica y olvidarse de descubrir cosas nuevas. Si existiese alguna ventaja, creo que puede ser en la cuestión física, no olvidemos que los Celtics viene de otra serie alargada hasta el séptimo capítulo contra los Chicago Bulls en la primera ronda, y el cansancio les puedo cobrar factura. Es curioso ver como Kevin Garnett se lamenta desde la banca el no poder jugar estos playoffs, ya que sería la contraparte ideal para Howard; dos jugadores con gran defensiva, cara a cara, además de ser los canasteros por excelencia de sus respectivas escuadras. Otro punto clave para el domingo, es la productividad de la banca en ambos equipos, comandadas por el francés Mickael Pietrus, de Orlando y Eddie House, por Boston. Si el cuadro titular no tiene la ayuda de los jugadores de cambio, difícilmente, podrán trascender para buscar una victoria sobre su rival. Habrá que poner especial atención en el desempeño de los jugadores clave de esta serie, Rajon Rondo y Paul Pierce; el primero es quién pone orden y serenidad a la hora de organizar los ataques y el segundo simplemente es un tirador mortífero, que puede encestar una canasta inimaginable, así como lograr penetraciones y bandejas dentro de la llave rival. Rashard Lewis y Dwight Howard, dos jugadores de buena estatura que luchan por los rebotes con la fuerza y coraje de un equipo con sed de triunfo; Lewis es un certero disparador de media distancia, donde los tiros fuera del semicírculo son su principal arma con la que ha venido maniatando a la escuadra esmeralda, Howard sencillamente es imparable, pero para conseguir ese éxito, el balón debe de estar en sus manos el mayor tiempo posible; Boston no tiene un jugador que le haga frente, por tal motivo en ocasiones tiene que hacerle doble marca y es en esos momentos cuando habilita a sus compañeros para crear oportunidades a larga distancia.
Por ahora no me atrevo a dar un pronóstico, pero estoy seguro que el equipo que logre despegarse lo más pronto posible en el marcador, es el que tendrá serias aspiraciones de enfrentarse en la ronda final al cuadro de Cleveland, comandado por LeBron James.

El Negro Trani