Hogar, dulce hogar

El domingo, Houston busca pegarle un KO a Bryant en casa.

Quién lo hubiera pensado, los Rockets, sin su centro estelar Yao Ming para el resto de los playoffs, están a una victoria de pasar a la final de la conferencia del oeste contra los Denver Nuggets, el único inconveniente es que su rival son los Lakers de Kobe Bryant y el partido se celebrará en el Staples Center, donde solo aceptaron 5 derrotas durante toda la temporada, logrando la segunda mejor marca en la liga para un cuadro en su calidad de local; así es que el equipo texano tendrá que llenarse de inspiración y plantear un partido "perfecto" para lograr la victoria sobre la cinquena de Los Ángeles. Esta serie ha sido un tanto sorpresiva por la forma en que se han venido desempeñado los equipos, al principio de la serie intercambiaron localías al ganar un juego de visita por bando y fue a partir del juego 4 que ninguno perdió su ventaja jugando en casa. Algunos expertos opinan que Phil Jackson, coach de los Lakers, es el culpable de haber llegado hasta un séptimo juego, cometiendo errores tales como, dejar a Bryant en la banca durante momentos decisivos, no mostrar una actitud competitiva ante sus jugadores y convertirse prácticamente en un conformista con el rendimiento de sus jugadores y la falta más grave, no aprovechar la ausencia de Yao Ming en la duela; Houston no es un equipo de gran altura, pero si de versatilidad en sus jugadores. Los Ángeles, con Gasol y Odom, quienes han tenida una participación destacada durante este fase eliminatoria cargando al equipo en sus hombres cuando Bryant no ha podido, tiene la ventaja en los tableros para ganar rebotes, sin embargo, ha sobresalido más el empuje y el corazón que muestran los jóvenes del cuadro escarlata como Aaron Brooks, Carl Landry y el argentino Luis Scola para seguir en la pelea por la serie. Kobe ha estado como siempre, mostrando el nivel competitivo que le caracteriza para sacar de los baches en que llega a sumergirse su equipo. La defensa de Shane Battier y Ron Artest basada en una presión casi asfixiante sobre el guardia de Lakers no puede ser mejor, simplemente, Bryant es extremadamente bueno y gracias a las cortinas de sus compañeros ha salido avante en sus duelos personales; su única debilidad es su carácter explosivo y traicionero (recordemos los faltas técnicas que le han marcado por no soportar el agobio de sus rivales) el cual hecha a perder la labor de equipo que se venia realizando con anterioridad y es el quien enfundándose en la casaca del héroe, acapara todas las oportunidades de disparo, aún estando en una situación desfavorable; recuerda Kobe que "el que se enoja, pierde". Si nos guiamos por los pronósticos y las estadísticas, Houston no tiene posibilidad alguna de llevarse el partido del domingo, pero como bien dijo alguna vez el ex técnico campeón de los Rockets de Houston Rudy Tomjanovich, "nunca subestimes el corazón de un campeón" y los Lakers junto con Kobe no deberán confiarse o pagarán muy cara su arrogancia que han demostrado hasta ahora.

El Negro Trani